Presumiblemente hoy tendremos nuevo gobierno en España, y a priori será un gobierno que llevará a cabo muchos cambios en el aspecto laboral. Cambios que parecen buenos para el ciudadano medio con pocos ingresos, pero que está por ver si así será realmente.
Los principales cambios que propone el nuevo gobierno de coalición a nivel económico, laboral y fiscal son los siguientes:
- Subida del SMI progresivamente hasta los 1.200 euros.
- Cotización de autónomos por ingresos reales.
- Derogación de la reforma laboral establecida por el PP en 2012.
- Mayores impuestos en el IRPF para rentas altas.
- Actualización de las pensiones junto con el IPC.
Subida del Salario Mínimo Interprofesional
Ya hemos hablado hace poco de la última subida del SMI que hubo, y de cómo esta en principio parece una buena medida, pero que tiene mucho que analizar detrás y puede no ser tan buena, ya que puede llevar a muchos empleados a la economía sumergida, con la merma en sus condiciones laborales que eso conlleva y con la menor recaudación que habrá en cotizaciones a la seguridad social debido a esto.
El problema radica en la productividad. Ahora mismo, si tu productividad hace que sea rentable pagarte 900 euros no tendrás problema. En cambio, si cuando el SMI sea de 1.200 euros, a una empresa para la que no seas rentable cobrando esa cantidad no tiene más remedio que despedirte, no puede ofrecerte una reducción de salario.
Por supuesto, esto afecta sobre todo a PYMES y sus trabajadores. Para una gran corporación debería ser perfectamente asumible esta subida, pero no para una pequeña empresa o un autónomo.
Cotización de los autónomos por ingresos reales
Esta sí es una medida que hay que establecer cuanto antes. No tiene sentido que un autónomo que ingrese al año 10.000 euros pague la misma cuota a la seguridad social que otro que ingresa 120.000.
Habrá que ver cómo se implementa esta cotización por ingresos reales, porque tampoco es sencillo de hacer teniendo en cuenta que los ingresos de un autónomo pueden variar mucho de año en año, pero sí parece una buena medida que con los años habrá que ir puliendo.
Derogación de la reforma laboral de 2012
Este es un tema muy complejo y que da para escribir varios artículos, pero básicamente la consecuencia de la derogación de esta reforma es una mayor vulnerabilidad de las empresas a los vaivenes económicos.
Nuevamente, una gran corporación apenas se verá afectada por esto, pero sí una PYME o un autónomo. Al final, se trata de adaptarse o morir muchas veces en estos casos, y con esta derogación cada vez será más difícil adaptarse para los pequeños negocios.
Obviamente hay aspectos de esta reforma de 2012 que es necesario eliminar, como el de poder despedir a un trabajador por no asistir al trabajo aún estando de baja, pero la derogación completa de esta reforma en un año en el que no sabemos el rumbo que tomará la economía puede tener graves consecuencias para el empleo.
Mayores impuestos en el IRPF para las rentas altas
Debido al incremento del gasto social que habrá con este nuevo gobierno en educación, salud y otras partidas, es necesario recaudar más impuestos.
No parece claro de dónde van a salir, porque gravar un pequeño porcentaje de impuestos más a las rentas superiores a 100.000 euros, que son un porcentaje pequeño en España, no parece suficiente.
En sí el incremento de este gravamen parece bueno para el ciudadano medio, pero veremos si esto no provoca pánico en grandes fortunas y fuga de capitales a otros países.
Actualización de las pensiones junto con el IPC
Ya hablamos en numerosas ocasiones de las pensiones, y nuestra opinión es que el sistema actual que tenemos es insostenible. Da igual a lo que se vinculen las pensiones, el factor de sostenibilidad, etc. Las cuentas no salen.
La esperanza de vida cada vez es mayor y la proporción de personas en edad de trabajar y cotizando comparadas con las personas jubiladas cada vez es menor. Si queremos que este sistema sea sostenible, para 2040 tendríamos que tener 10 millones más de afiliados a la seguridad social, algo que parece utópico a día de hoy.
O eso, o se saca el dinero de otras partidas de los presupuestos generales del estado: salud, educación, defensa… o se incrementa la deuda aun más, algo que no parece sensato.
Conclusión
Como siempre en un gobierno socialista, las intenciones son las de mejorar la calidad de vida de los ciudadanos de «a pie», por decirlo de alguna forma, frente a las rentas más altas. Si todas estas medidas se pudieran aplicar con seguridad y sobre una economía fuerte, estaríamos ante un gran plan para los próximos cuatro años. Sin embargo nos encontramos en un periodo de transición en la economía mundial, cerca de entrar en una recesión, y no somos un país con músculo financiero suficiente para llevar a cabo todas estas medidas.