Entender una nómina al 100% es un auténtico quebradero de cabeza para la mayoría de personas, especialmente el apartado de los conceptos y las deducciones e impuestos que se aplican. Por eso hemos decidido explicar en este artículo qué partes, conceptos e impuestos tiene una nómina.
¿A quién va dirigido este artículo sobre nóminas?
Si eres trabajador en una empresa, sin duda te interesa, ya que aprenderás a leer e interpretar tus nóminas, saber lo que realmente cobrarás y los impuestos que estás pagando tanto tú como la empresa para la que trabajas.
Si eres propietario de un negocio, te interesa todavía más, porque no solo aprenderás de qué partes se compone una nómina, sino que podrás calcular el coste de un nuevo trabajador antes de contratarlo. Quizás no necesites saber hacer nóminas porque ya lo hace tu asesoría, pero es importante tener claros qué costes laborables conlleva contratar un trabajador además de su salario.
Aclaraciones previas a explicar cómo es una nómina
- Vamos a suponer que el salario que cobra el trabajador es siempre una cifra en bruto, es decir, antes de impuestos. Realmente es la forma correcta de negociar un salario con un trabajador, puesto que cada uno puede tener circunstancias personales, económicas o familiares que hagan que luego tribute más o menos en el IRPF, por lo que no tiene sentido nunca negociar un salario en cifras netas. El salario bruto es lo que se paga al trabajador antes de descontar impuestos que el trabajador paga (IRPF, su parte de la seguridad social, etc), y el neto es lo que le queda al final de mes. Realmente el neto real solo podrás saberlo una vez hagas la declaración de la renta al año siguiente, por eso hablaremos siempre en bruto.
- Vamos a suponer también que la empresa negocia un salario bruto anual en un convenio donde no haya pluses por día trabajado, nocturnidad y cosas así. Simplemente una nómina de un trabajador que cobre X euros anuales divididos en las pagas que sea.
- Y hablando de las pagas: el salario bruto debería negociarse siempre de forma anual, de forma que sea independiente del número de pagas. Es decir, lo que se debe hacer es negociar un salario de X euros al año, divididos en las pagas que sea (las que estipule el convenio o las que se negocie con cada trabajador).
Y ahora sí, empecemos a explicar las nóminas en sí.
Partes de una nómina
- Datos identificativos de la empresa.
- Datos del trabajador: aquí es importante que se indique el tipo de contrato, la categoría en la que está incluido el trabajador y su antigüedad, por lo menos.
- Período de liquidación: a qué días corresponde la nómina. Normalmente será desde el primero al último del mes, excepto cuando el trabajador comienza a trabajar en mitad de un mes y es su primera nómina o cuando acaba contrato un día en mitad del mes o es despedido.
- Percepciones salariales: los conceptos por los que cobra el trabajador. Siempre se establecen las percepciones en bruto, tanto para el salario base, pluses, horas extraordinarias, etc. Por eso es importante negociar el salario en bruto. Al final, un trabajador que cobre 24.000 euros anuales en 12 pagas, por ejemplo, tendrá 12 nóminas donde las percepciones salariales serán de 24.000/12 = 2.000 euros. En las percepciones salariales pueden venir o no prorrateadas las pagas extraordinarias. Si no están prorrateadas, cada paga extraordinaria será una nómina más.
- Deducciones: son los impuestos que paga el trabajador de su salario bruto, y que ya se le descuentan en la nómina y posteriormente abona la empresa a Hacienda y Seguridad social. Hablaremos de este apartado con más detalle posteriormente.
- Cotizaciones a cargo de la empresa: hablaremos con más detalle de este apartado más adelante, pero básicamente son los impuestos que paga una empresa al estado por contratar un trabajador.
- Líquido a percibir, firma y sello de la empresa: Una vez aplicadas las deducciones sobre las percepciones salariales, es el importe que el trabajador recibirá en su cuenta bancaria por ese período de trabajo.
Deducciones y cotizaciones a cargo de la empresa
Estos dos apartados, junto con el de las percepciones salariales, son los más importantes en una nómina y son los que determinan al final los costes laborales de un trabajador y el sueldo que finalmente va a cobrar.
Los impuestos más comunes que tienen todas las nóminas son:
- IRPF: es el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas. Toda persona que cobre rentas del trabajo tendrá que pagar este impuesto, el cual es progresivo: cuanto más cobres, más pagas, y además el porcentaje que pagas aumentar a medida que tu sueldo sube. Este es el impuesto por el que hay que negociar el salario siempre en bruto, porque después un trabajador puede aplicarse deducciones al mismo, por ejemplo, por familia numerosa o por muchas otras cosas.
- Contingencias comunes: lo que viene siendo la Seguridad social. De este impuesto, parte lo paga el trabajador y parte la empresa. El trabajador normalmente paga un 4,70% de sus percepciones salariales brutas, mientras que la empresa paga un 23,60% o más, dependiendo del tipo de contrato.
- Desempleo: el trabajador paga en torno a un 1,55% de su salario bruto, mientras que la empresa aporta un 5,50% o más, dependiendo del tipo de contrato (contratos temporales encarecen el coste).
- Otros conceptos: Hay otros menos importantes como el FOGASA o la formación profesional, que suponen menos del 1%.
Resumen
En resumen, una empresa de media tendrá un coste en cotizaciones sociales que será en torno al 30% del salario bruto del trabajador. El trabajador, por otro lado, de su salario bruto tendrá que pagar un porcentaje fijo a contingencias comunes, desempleo, etc, que está en torno al 6-7% en total, más el IRPF.
Esperamos que con todas estas explicaciones seas capaz de comprender las nóminas, un tema complejo para todos y que debería simplificarse un poco por parte de las administraciones.