A la hora de crear un nuevo negocio, o de hacer viable uno ya existente, lo más importante es mantener positivo el flujo de caja. Pero, ¿cómo conseguir esto? ¿En qué es mejor ahorrar y en qué es mejor invertir cuando se crea o gestiona un pequeño negocio?
El flujo de caja, por si aún no lo sabes, es la cantidad de dinero que un negocio ingresa menos la que gasta. En España, el 90% de los pequeños negocios de nueva creación fracasa antes de 5 años, y muchas veces se piensa que es por falta de financiación, pero no, es por un flujo de caja negativo. Puedes tener grandes cantidades de capital al inicio, que si no consigues hacer positivo el flujo de caja, tarde o temprano ese capital se esfumará.
Obviamente para incrementar el flujo de caja lo más importantes es vender, ganar nuevos clientes, pero también es extremadamente importante reducir los gastos.
¿En qué gastos puedo ahorrar?
Los suministros básicos, como luz, teléfono y conexión a Internet, debe ser por dónde empieces a ahorrar.
Contrata para tu negocio una tarifa de luz que te proporcione lo justo, e intenta ahorrar lo máximo posible por ejemplo empleando bombillas de bajo consumo, encendiendo las máquinas o dispositivos que tengas que emplear solo cuando sea necesario…
En cuanto al teléfono lo mejor es que acudas a un operador de bajo coste en lugar de a una gran multinacional, ya que los de bajo coste ofrecen los mismos servicios (o mejores) a la mitad de precio o incluso menos. La pega es que probablemente tengas que hacer todos los trámites online para darte de alta, pero merece la pena el ahorro.
En cuanto a la conexión a Internet, debes contratar una que te aporte justo lo que necesitas. De nada te sirve contratar 50 MB de conexión si solo vas a tener un ordenador en tu negocio para leer el correo.
Los siguientes gastos que debes vigilar mucho son los referidos a márketing, publicidad y ventas.
Las grandes empresas pueden permitirse invertir grandes cantidades de dinero en todo tipo de medios publicitarios, pero un pequeño negocio no. Lo mejor es invertir en medios en los que solo pagues si un cliente potencial visita tu negocio. Por ejemplo Google AdWords, Google Shopping, anuncios de Facebook u otras redes sociales… sin duda lo mejor es empezar por anuncios de AdWords, Facebook e Instagram.
En cuanto a ventas, si quieres contratar comerciales, lo mejor es que lo hagas a comisión y como autónomos. También te recomiendo que emplees parte de tu jornada laboral a potenciar las ventas, nadie va a vender mejor tu producto que tú mismo. Otra opción es crear una red de distribución, también a comisión, o recurrir a empresas de venta de leads comerciales, donde solo pagues por ver a potenciales clientes que te interesen.
Y por último, las nóminas. No digo que pagues poco a tus empleados, sino que contrates solo a los que necesitas. Si necesitas uno para llevar las redes sociales y otro para atender el negocio, quizá puedas encontrar a uno que sea capaz de hacer las dos cosas, y pueda atender las redes sociales en ratos muertos que no haya ningún cliente en el negocio.
¿En qué no ahorrar en tu negocio?
Sin duda una de tus prioridades debe ser contratar una buena asesoría que cubra todo lo que necesitas. Como mínimo que te cubra toda la parte fiscal y laboral.
¿Qué puede hacer por ti un buen asesor? Pues por ejemplo ayudarte a decidir qué tipo de sociedad debes crear, ya que unas pagan más impuestos que otras, o requieren de una contabilidad más compleja y por lo tanto más cara. También puede ayudarte a tramitar ayudas y subvenciones, o informarte de ellas, hacerte una correcta y optimizada declaración de IRPF y muchas otras cosas.
Y otro aspecto en el que no debes escatimar es en un buen programa de gestión, que te permita ahorrar tiempo que puedas invertir en cosas que hagan crecer tu negocio. Lo mejor es que contrates un software de gestión como servicio (SaaS), por el que pagues una pequeña cuota mensual adaptada al tamaño de tu negocio y te permita hacer todo lo que necesitas. Para eso son ideales nuestras soluciones de software de gestión en la nube, tanto para negocios B2B, como para autónomos, comercios o franquicias.