A lo largo de mi trayectoria empresarial, así como fijándome en los modelos de negocio y cómo los llevan a cabo algunos de los clientes con los que trabajo, he podido darme cuenta que, para establecer un negocio lucrativo, estable y duradero, hay 3 cosas que son imprescindibles, de las cuales voy a hablar en este artículo.
Antes de nada, me gustaría señalar que estos tres consejos sirven para cualquier negocio, independientemente de su naturaleza o tamaño. No pienses que porque seas autónomo y no tengas empleados o tu empresa sea demasiado pequeña no puedes aplicar estos consejos, y te lo voy a mostrar con ejemplos.
1. Automatiza, automatiza, automatiza.
Automatizar tareas y procesos es la clave para crecer. Sin duda es lo más importante no solo para producir más, sino para producir mejor.
Automatizar nos va a permitir hacer más en menos tiempo, pero además hará que el producto o servicio que vendamos sea siempre de calidad.
Por ejemplo, si uno de tus servicios implica enviar un e-mail a un cliente, ten ese e-mail redactado en una plantilla de Word o, mejor, ten un programa que lo envíe por ti. De esta forma no solo ahorrarás muchísimo tiempo evitando redactar un e-mail para cada cliente, sino que a todos los clientes les enviarás un e-mail previamente redactado en el cual habrás puesto todo tu empeño por escribirlo perfectamente.
Es verdad que quizá para cada caso concreto tengas que especificar cosas diferentes en el e-mail, pero siempre puedes tener una base ya redactada y añadir o modificar lo que consideres, que será más rápido que redactar todo desde cero y que se te olvide alguna cosa.
El ejemplo del e-mail es algo muy simple que a casi cualquiera se le ocurriría, pero debes aplicarlo en absolutamente todas las áreas y procesos que se lleven a cabo en tu empresa, desde las ventas, hasta la gestión, pasando por la contratación o el desarrollo de nuevos productos.
2. Contrata a personas mejores que tú.
Esto es muy simple, cuanto mejor sea una persona desempeñando un trabajo, mejor para la empresa. Imagínate que hasta la fecha tú mismo vienes haciendo una tarea, por ejemplo labores de administración, entre otras, pero debido al crecimiento no tienes tiempo para continuar haciéndola, y tienes que contratar a alguien para hacer este trabajo.
Cuando llega este momento, siempre me encuentro con dos puntos de vista en cuanto a la persona a contratar, uno que piensa que debe contratar a alguien adecuado para el trabajo con el menor coste posible para la empresa, y otro que cree que debe contratar a alguien que pueda hacerlo mejor de lo que se estaba haciendo hasta ahora, aunque haya que pagarle un poco más.
¿Adivinas cuál es el enfoque acertado? Exacto, el segundo caso, y especialmente si tu empresa es pequeña, estás creciendo y necesitas pocos empleados pero versátiles. Al contratar una persona mejor que tú en esa tarea, te aseguro al 100% que el dinero extra que gastes en contratar a esa persona va a merecer la pena con creces, ya que además de hacer lo que tú estabas haciendo, será capaz de mejorar algún proceso, automatizarlo, o darle otro punto de vista.
Además, esto se acentúa más cuanto más compleja sea la tarea a llevar a cabo. Por ejemplo, en tareas de gestión realmente no hay mucho que innovar, aunque siempre se puede, pero en materia de desarrollo de aplicaciones informáticas, por ejemplo, sí.
Ahora, si no tienes empleados, estarás pensando que este consejo no se aplica a ti, pero realmente sí. Seguro que subcontratas algún servicio a otra empresa o persona, como puede ser por ejemplo la asesoría. Pues búscate un asesor que haga las tareas correspondientes mucho mejor que tú, que sea capaz no solo de llevarlas a cabo, sino de hacerte propuestas para mejorar tu financiación, pagar menos impuestos, etc.
3. Delega.
Este punto realmente está relacionado con el anterior. Cuando una empresa pequeña crece, muchas veces surge el problema de que el dueño del negocio no sabe delegar, quiere estar encima de todo y, al final, se limita el crecimiento.
Cuando contrates a una persona para hacer una tarea debes darle indicaciones y supervisarla con cuidado al principio, enseñándole las particularidades del negocio, pero una vez pasado un período de tiempo, no muy largo, debes confiar y delegar al 100% en esa persona para la tarea que se le encomienda.
Estos tres consejos son, para mi, los pilares básicos para que una empresa crezca una vez tiene un producto que satisface una necesidad en el mercado y ha captado una base de clientes importante, pero hay muchos más consejos que me gustaría darte, lo cual haré en próximos artículos.