En los ya más de cuatro años que llevamos creando tiendas online para nuestros clientes nos hemos dado cuenta de una cosa: la mayoría de personas no saben distinguir qué es un dominio, un hosting y cómo funciona el correo electrónico, además de otros productos típicos necesarios para tener en funcionamiento una web o tienda online.
Una de las particularidades del software para tienda online de Ilastec es que nosotros mismos nos encargamos de alojar tanto la tienda online como los datos de la misma: productos, imágenes, pedidos, etc, en nuestro cloud privado de servidores, por lo que nuestros clientes nunca tienen que contratar un servicio de hosting con el ahorro que ello les conlleva. Y esto muchas personas no lo entienden y contratan en un proveedor externo, además del dominio, un hosting que nunca utilizan.
Porque nosotros tenemos la filosofía, a diferencia de otras empresas, de que el dominio debe contratarlo el cliente, ya que es parte de su marca y debe pertenecer a él. Muchas empresas comercializadoras de webs o tiendas online lo que hacen es contratar ellas mismas el dominio de sus clientes, y si en el futuro el cliente quiere irse a la competencia, les piden sumas de dinero desorbitadas por esos dominios. Esta es una practica habitual que nosotros evitamos desde el minuto 1 indicando a nuestros clientes que sean ellos mismos los que contraten el dominio donde quieran.
Pero en estos párrafos llevamos hablando de hosting y dominios todo el rato sin haber explicado lo que es cada cosa, así que vamos a ello.
Dominio
Es la dirección de una página web en Internet. Por ejemplo, un dominio es «ilastec.com». Un dominio simplemente sirve para acceder de forma sencilla a una página web. Lo único que hacen los dominios es traducirse a direcciones IP donde están alojadas las webs, y puede ser totalmente independiente de dónde esté alojada la web, ya que un dominio puede redirigirse de varias formas a cualquier IP del mundo sin necesidad de que esa IP pertenezca al proveedor al que contratas el dominio.
Esto mucha gente lo desconoce y contrata siempre el dominio y el hosting en el mismo sitio, o contrata un hosting asociado a su dominio cuando no lo necesita, como en el caso de los clientes que tienen una tienda online de Ilastec.
Hosting o alojamiento
Es donde se alojan físicamente el código fuente, imágenes, bases de datos y demás recursos que hacen que una página web pueda visualizarse.
Un hosting no es más que un espacio dentro de un ordenador (servidor) que alquilas para subir ficheros o alojar bases de datos.
Existen decenas de tipos de hosting diferentes: desde los más básicos hostings compartidos donde cientos o miles de webs se alojan en una misma instancia de un servidor, a sistemas de virtualización como los VPS, servidores e infraestructuras cloud… así como también servidores dedicados.
Correo electrónico
Normalmente cuando contratas un dominio, suelen regalarte u ofrecerte una o varias cuentas de correo electrónico. Por ejemplo, nosotros para el dominio «ilastec.com», tenemos entre otras la cuenta «info@ilastec.com».
Sin embargo, estas cuentas de correo electrónico pueden ser independientes también: tú mismo puedes crear un servidor de correo electrónico en el proveedor de alojamiento que quieras, aunque casi nadie lo hace, y allí registrar los usuarios y contraseñas de cada cuenta para cada protocolo: IMAP o POP para la recepción de e-mails y SMTP para el envío. Después, solo tienes que establecer las entradas necesarias en los servidores DNS donde se aloje el dominio para que todo el tema de e-mails se dirija al servidor de correo que instanciaste.
Conclusión
En resumen, a la hora de publicar una página web en Internet son necesarias dos cosas básicas: el dominio y el alojamiento o hosting de la página web. El dominio es lo que redirige a los visitantes al alojamiento, que es donde están los ficheros que dan forma a la web.
Además, el correo electrónico también suele estar asociado al dominio, y lo más cómodo es dejarlo así en tu proveedor de dominios.
En artículos posteriores hablaremos de otros temas más avanzados, como por ejemplo los certificados SSL.