Arrancamos una nueva serie en el blog de Ilastec, esta vez relacionada con instrumentos financieros para empresas. Hoy os traemos un instrumento de financiación comercial que es muy utilizado: el factoring.
¿Qué es el factoring?
Se trata de instrumento financiero a través del cual una empresa vende a otra (normalmente una entidad especializada), una cartera de cobros a clientes. Esta venta implica que la empresa que adquiere dicha cartera adquiere tanto los derechos de cobro como el riesgo de cobro.
Es decir, si una de las empresas que aparecen en esa cartera no puede hacer frente al pago, la compradora de la cartera de cobros se deberá encargar de tomar las medidas necesarias para conseguirlo.
La empresa que compra la cartera de cobros abona a la empresa vendedora la cantidad correspondiente a los mismos al contado pero con un diferencial negativo, el cual se calcula en función del historial crediticio de las empresas que componen dicha cartera de cobros.
Ejemplo práctico de uso de factoring
Una empresa de desarrollo de aplicaciones informáticas firma un proyecto con otra empresa para el desarrollo de una aplicación, valorada en 25.000 euros.
El pago de esos 25.000 euros se efectuará una vez terminada la aplicación, al cabo de 6 meses, pero la empresa de desarrollo necesita capital para financiar los sueldos de sus empleados en ese período, y por lo tanto decide acudir a su entidad bancaria a contratar un factoring para ese cobro.
La entidad bancaria le ofrece abonarle esos 25.000 euros al contado, descontando un 10% por el riesgo que conlleva la operación en base al historial crediticio de la empresa que ha contratado el desarrollo, por lo que la empresa de desarrollo de aplicaciones recibe al contado 22.500 euros, con los que puede financiar el proyecto y obtener cierto margen de beneficio.
La empresa deudora ahora tiene que afrontar el pago de 25.000 euros con la entidad bancaria al cabo de 6 meses, cuando estaba marcada la fecha de vencimiento de la factura.
Gracias al uso del factoring todas las partes salen ganando:
- La empresa que contrata la aplicación consigue un margen de 6 meses para afrontar el pago de la misma.
- La empresa desarrolladora puede llevar a cabo el proyecto, con cierto margen de beneficio, gracias a que recibe ese importe por adelantado.
- La entidad bancaria gana 2.500 euros por afrontar el riesgo de cobro de la factura y adelantar el importe al contado a la empresa desarrolladora.
¿Cuándo conviene contratar factoring?
El factoring es un instrumento de financiación más, por lo que solo debe utilizarse en caso de no disponer de capital suficiente en la empresa como para afrontar un proyecto sin poner en riesgo la misma. Si la empresa dispone de un excedente de capital importante, quizás convenga no recurrir al factoring y asumir el riesgo de cobro.
La entidad que proporciona el factoring va a cobrar más porcentaje sobre la cartera de cobro en función del riesgo de la misma, por lo que el factoring siempre es interesante hacerlo cuando no se dispone de liquidez para afrontar un proyecto y el mismo se realiza a una empresa con un buen historial crediticio.