En transacciones entre un particular y una empresa las facturas suelen abonarse al contado, incluso por adelantado. Sin embargo, en transacciones entre empresas es muy común que las facturas se abonen un plazo después de la emisión de la factura. La fecha límite en la que debe abonarse una factura es su vencimiento.
¿Cómo debe estipularse el vencimiento de una factura?
Antes de nada, debes saber que una factura puede tener más de un vencimiento. Por ejemplo, una factura de 1.000 euros puede tener 2 vencimientos de 500 euros cada uno, uno a abonar en una fecha determinada, y el siguiente más adelante en el tiempo.
El vencimiento de una factura debe acordarse entre las partes que intervienen, el cliente y el proveedor, y si la factura no se abona al contado, debe indicarse en la misma claramente su vencimiento.
¿Hay límites en cuanto a vencimientos de las facturas?
Sí, la ley tiene previsto esto y establece límites, incluso para cuando el cliente es la propia administración pública.
En caso de no indicarse un vencimiento en la factura, el cliente puede abonar la factura hasta 30 días después de la emisión de la misma. Y, por la parte del proveedor, este debe enviar la factura al cliente en un plazo máximo de 15 días después de la entrega del producto o la realización del servicio objeto de esa factura.
Por otro lado, cliente y proveedor pueden acordar un vencimiento concreto, pero este no puede exceder de 60 días desde la fecha de emisión de la factura.
¿Qué pasa cuando una factura no es abonada antes de finalizar su vencimiento?
En primer lugar, desde el momento en que el pago de la factura no se realiza en la fecha límite que marca el vencimiento, el emisor de la factura puede reclamar al cliente el pago de la misma por vía judicial, y reclamar además intereses de demora.
Además, si la empresa emisora de la factura está acogida al régimen general de IVA, debe declarar el IVA de la misma a Hacienda como si la hubiera cobrado. Es decir, además de no cobrar la factura, debes abonar el IVA de la misma. Posteriormente este IVA se puede recuperar si no se consigue cobrar la factura, pero es un largo y tedioso proceso.
¿Cómo gestionar los vencimientos correctamente?
Los vencimientos de las facturas y sus pagos y cobros es lo que marcará, entre otras cosas, el estado de la tesorería de una empresa.
Para tener una buena gestión de tesorería es imprescindible no solo llevar un registro de las facturas, sino también de sus vencimientos, cobros y pagos (en el caso de facturas de proveedores). Una empresa puede haber facturado millones de euros pero no haber cobrado ni un solo céntimo en una fecha concreta, por eso es importante gestionar los vencimientos para la tesorería.
Para esto es importante contar con un software de facturación que permita gestionar, entre otras cosas, los vencimientos de facturas de compra y venta, cobros y pagos, como es nuestra solución de software de facturación para empresas.