Ponemos fin a esta serie de artículos sobre la nueva reforma de la ley de autónomos del año 2018 con este artículo. Si quieres leer los artículos anteriores, puedes leer el primero aquí, y el segundo aquí.
Cambios en las bases de cotización
Ahora se podrán hacer hasta un máximo de 4 cambios en la base de cotización como trabajador autónomo, dando así una mayor flexibilidad para poder ajustarse a etapas con diferentes ingresos.
No obstante, existe una limitación en cuanto a los períodos en los que se aplican y a los que afectan los cambios en la base, de forma que:
- El cambio en la base de cotización se aplica el 1 de abril si se solicitó previamente entre el 1 de enero y el 31 de marzo.
- El 1 de julio si el cambio se solicitó entre el 1 de abril y el 30 de junio.
- 1 de octubre si se solicitó cambiar la base entre el 1 de julio y el 30 de septiembre.
- Y por último, en caso de solicitar cambiar la base entre el 1 de octubre y el 31 de diciembre, se aplicará el cambio para el 1 de enero del año entrante.
Fechas efectivas de alta y baja en la seguridad social
Hasta la fecha, si te dabas de alta como autónomo cualquier día del mes, se obligaba a cotizar el mes completo, y de forma similar ocurría para darse de baja.
Sin embargo, con la entrada en vigor de esta nueva ley, las fechas de alta y baja se aplican de forma efectiva el día que se tramiten, lo que implica que solo se debe abonar a la seguridad social el importe proporcional al mes si se da de alta o de baja un día intermedio, no como antes que las altas se tramitaban a día 1 y las bajas a día 31.
Autónomos societarios y su cotización
La cuota de la seguridad social de los autónomos societarios hasta ahora iba ligada al salario mínimo interprofesional (SMI), de forma que si este subía también lo hacía el importe que los autónomos societarios debían abonar mensualmente a la seguridad social.
Ahora esta base de cotización irá ligada a los presupuestos generales del estado, con lo que lo más lógico es que no suban tanto de año en año, o que se mantengan o sigan un patrón similar al resto de autónomos no societarios.
Y estas son todas las medidas más importantes que entraron ya en vigor con la nueva ley de autónomos. Algunas solucionan algún problema, otras solo son parches, y lo que queda claro es que más que una reforma hay que hacer una ley para autónomos desde 0, ya que las diferencias y la carga fiscal que los autónomos soportan con respecto a otros países de la Unión Europea son abismales.