En un entorno cada vez más globalizado y digitalizado, la seguridad de los productos ha cobrado una importancia primordial para los consumidores, los fabricantes y los comercios electrónicos, tiendas online o e-commerce. En la Unión Europea (UE), el Reglamento (UE) 2019/1020, conocido como el Reglamento General de Seguridad de los Productos (RGSP o GPSR), ha sido diseñado con la intención de garantizar que los productos que se comercializan en el mercado europeo sean seguros para los consumidores. Este reglamento no solo afecta a los fabricantes y proveedores, sino también a los e-commerce, que deben adaptarse a una serie de responsabilidades para cumplir con las nuevas normativas. Si tienes una tienda online, este reglamento te afecta.
¿Qué es el Reglamento General de Seguridad de los Productos?
El RGSP o GPSR es una normativa europea que establece que todos los productos comercializados en la UE deben ser seguros. Su objetivo principal es proteger la salud y seguridad de los consumidores, regulando desde la producción hasta la venta final de productos. Este reglamento aplica a una amplia gama de productos, desde artículos de consumo hasta productos industriales, excluyendo alimentos, medicamentos, cosméticos y productos médicos, que ya tienen su propia regulación especial.
Las principales disposiciones de este reglamento incluyen:
- Evaluación de riesgos: los fabricantes deben llevar a cabo evaluaciones para identificar cualquier riesgo potencial que sus productos puedan presentar.
- Retiro de productos peligrosos: si un producto se considera peligroso, debe ser retirado rápidamente del mercado.
- Información y trazabilidad: los productos deben estar correctamente etiquetados con información clara sobre su origen y sobre cualquier riesgo potencial.
- Obligaciones para los distribuidores: los e-commerce y otros distribuidores no solo deben asegurar que los productos que venden cumplan con los estándares de seguridad, sino que también tienen la obligación de colaborar con las autoridades para retirar productos peligrosos.
Cómo afecta el GPSR a tu tienda online o e-commerce
Las tiendas online no solo actúan como intermediarios entre los consumidores y los fabricantes, sino que también asumen ciertas responsabilidades en la cadena de suministro. A continuación, se detallan los principales puntos de impacto del RGSP en el comercio electrónico:
Responsabilidad al comercializar productos dentro de la UE
Los e-commerce tienen la responsabilidad de asegurar que los productos vendidos en sus plataformas sean conformes con las normativas de seguridad. Aunque los productos sean comercializados por terceros (por ejemplo, vendedores o marcas que usan plataformas como Amazon o eBay), los comercios electrónicos deben cumplir con las regulaciones del RGSP. Esto implica que los sitios de e-commerce deben garantizar que los productos no presenten riesgos para la salud y seguridad de los consumidores.
Obligación de información
Una de las principales exigencias del RGSP es que los productos sean claramente etiquetados con información sobre su seguridad, riesgos potenciales y cómo deben utilizarse correctamente. Los e-commerce deberán incluir detalles relevantes en sus descripciones de productos, como advertencias sobre posibles peligros, instrucciones de uso y las características de seguridad de los productos. Además, deben proporcionar información sobre los pasos a seguir si el consumidor experimenta un problema con el producto, así como los datos de contacto del fabricante, distribuidor o representante de venta del producto dentro de la UE.
Además de esto, los comercios electrónicos tienen la obligación de colaborar con las autoridades e informar en caso de que tengan constancia de alguna irregularidad en algún producto. Además, deben asegurar la trazabilidad de los mismos.
Sanciones por no cumplir con el GPSR
El incumplimiento de las normativas de seguridad del RGSP puede resultar en sanciones severas para los e-commerce, incluyendo multas y la prohibición de vender ciertos productos. Además, si los productos vendidos a través de una plataforma causan daño a los consumidores, el e-commerce podría enfrentarse a reclamaciones por daños y perjuicios. Este riesgo legal hace que los comercios electrónicos deban implementar políticas de control de calidad rigurosas para los productos que ofrecen, e informar debidamente al consumidor final.
Medidas a adoptar en tu negocio y en tu tienda online para cumplir con el reglamento de seguridad de los productos
Además de supervisar los productos que recibes de tus proveedores, llevar su trazabilidad al día, etc, en tu tienda online, en cada ficha de producto, debes indicar los siguientes datos:
- Mostrar la información de contacto del fabricante del producto y la persona o entidad responsable.
- Mostrar imágenes fieles del producto, y en las que se vean las advertencias de seguridad del mismo, así como su etiquetado de conformidad con la UE (etiquetado CE).
- Mostrar cualquier otra información relevante para su seguridad, como su manual de usuario, instrucciones de uso o cualquier otro documento.
- Además, si son productos sin etiquetado CE pero con autorización, se debe adjuntar el expediente de conformidad del producto, proporcionado por el fabricante.
- En el caso de cosméticos, es posible que sea necesario mostrar también el Expediente de Información del Producto o PIF.
Con el software de gestión para comercios de Ilastec podrás mostrar todos estos datos en cada producto de tu tienda online, introduciéndolos en la ficha de cada fabricante, o en la del producto para aquellos datos específicos como los documentos de instrucciones, declaraciones de conformidad o PIFs.
Conclusión
El Reglamento General de Seguridad de los Productos ha elevado el nivel de responsabilidad de los e-commerce, exigiéndoles no solo vender productos de calidad, sino garantizar su seguridad y la protección de los consumidores. Aunque el cumplimiento de este reglamento puede implicar un desafío, también ofrece una oportunidad para que los comercios electrónicos fortalezcan su reputación al demostrar un compromiso con la seguridad y la satisfacción del cliente. Adaptarse a estas normativas es crucial para operar en el mercado europeo y evitar posibles consecuencias legales, además de contribuir a la creación de un entorno de compra más seguro y confiable para todos.