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Gestionar correctamente la financiación de tu empresa puede ser la diferencia entre tener que echar el cierre o no en la mayoría de casos. La mayoría de empresas echan el cierre no solo por que venden poco, si no porque no se financian correctamente.

En este artículo vamos a explicar tres errores financieros comunes que cometen muchísimas empresas, y además vamos a darte un par de consejos adicionales que harán mejorar las finanzas de tu empresa y la visión que tienen los bancos y otras entidades financieras de ella, lo cuál es importantísimo en el largo plazo.

¿Qué se puede financiar en una empresa?

Antes de nada, es conveniente saber qué podemos financiar en nuestra empresa. Y la respuesta es que se puede financiar todo, o casi todo. Por ejemplo:

  • Compras de mercadería.
  • Ventas: cuando un cliente te paga a 60 días por ejemplo, pero tu necesitas antes el importe.
  • Maquinaria, inversiones inmobiliarias, etc.
  • Circulante para gastos operativos del día a día, como las nóminas de tus empleados.
  • Impuestos (aunque esto si se hace habitualmente es un mal síntoma).

Por lo tanto, debes tener en cuenta que prácticamente cualquier gasto o ingreso que tengas en tu empresa puede ser financiado.

A partir de aqui, hay que tener mucho cuidado con lo que se financia, lo que no y el producto escogido para financiarlo, así como el plazo.

Error 1: no financiar nada

En un escenario empresarial ideal, nuestro negocio no requiere financiación de ningún tipo para nada. Es decir, podemos pagar con dinero contante y sonante que tenemos en nuestras cuentas todos los gastos, y cobramos las ventas rápidamente. Esto es en un mundo ideal, que desgraciadamente nunca se da, o muy pocas veces, excepto en negocios muy consolidados que apenas necesitan apalancamiento para su operativa diaria, aunque incluso este tipo de negocios necesitan financiación en algún momento para crecer.

No financiar nada, excepto que tengas un colchón de liquidez muy grande, puede llevar tu empresa fácilmente a la bancarrota, especialmente si se pagan gastos de un importe elevado cuyo plazo de amortización es de varios años sin financiación. Tarde o temprano te equivocarás en tus cálculos o previsiones y vas a necesitar esa financiación, y puede ser ya demasiado tarde.

Además, no contarás con un historial crediticio frente a tu banco, lo cual puede complicar futuras operaciones de financiación.

Error 2: financiar con pasivo corriente inversiones a largo plazo

El pasivo se divide en dos tipos en función de su plazo:

  1. Pasivo corriente, cuyo plazo es inferior a 1 año.
  2. Pasivo no corriente: cuyo plazo es superior a 1 año.

Cada producto financiero que contrates puede clasificarse en la contabilidad de tu empresa en una de estas dos categorías, y es fundamental elegir bien el plazo de financiación de cada operación.

Por ejemplo, si vamos a adquirir una nueva furgoneta para la empresa, lo lógico es financiarla como un pasivo no corriente, cuyo plazo sea más o menos equivalente a la amortización de la furgoneta en términos contables, o bien en términos reales adaptados a nuestra forma de trabajar. Si estimamos que la furgoneta va a tener una vida útil de 10 años, lo lógico es financiarla a ese plazo aproximadamente.

Puedes pensar que tienes liquidez de sobra para pagar la furgoneta, y financiarla por ejemplo a un año. El problema de esto es que vas a dejar de disponer de un dinero que probablemente estaría destinado a pagar circulante, y si por lo que sea uno o varios de tus clientes se retrasan en los pagos más de la cuenta, es posible que no tengas liquidez para pagar las nóminas de tus empleados, por ejemplo, o el IVA, lo cual te va a meter en serios problemas.

Error 3: financiar a largo plazo tu operativa diaria

Al contrario que en el caso anterior, puede que se te ocurra la idea, o te veas en la necesidad, de financiar por ejemplo las nóminas de tus empleados del mes en curso con un préstamo a 2 años o 3, porque te ves apurado de liquidez pero esperas que el mes que viene todo vuelva a la normalidad, y así piensas que vas a disponer de una liquidez extra durante un tiempo.

Sin embargo, esto tiene al menos dos problemas:

  1. Estarás pagando unos intereses altísimos una vez hayan pasado esos 2 o 3 años.
  2. Durante ese tiempo, a tu entidad bancaria, así como en el CIRBE, le figurará esa deuda. Si en ese tiempo necesitas financiación a largo plazo para cualquier otra cosa, es posible que no te la concedan debido a que tienes otra pendiente. Va a depender de tus números al final, pero es algo que jugará en tu contra.

Por otro lado, a ver cómo convences a tu banco de que necesitas financiar las nóminas de un mes a 2 o 3 años, aunque cosas peores se han visto…

Consejo 1: no dependas de un único banco

A la hora de llevar correctamente las finanzas de tu negocio, es casi obligatorio que no dependas exclusivamente de una única entidad. No solo porque puedan no concederte una financiación, sino porque podrás conseguir mejores condiciones comparando entre diferentes entidades.

Además, tampoco te fíes de que tienes un contacto X en un banco y confíes ciegamente en esa persona. Ese contacto va a mirar por sus intereses, y no siempre va a estar ahí. Recuerda que los bancos son empresas que, como todas, buscan obtener el mayor beneficio posible. No son tus amigos, aunque sus empleados quieran darte esa sensación.

Consejo 2: pon en movimiento tu dinero

Si tienes un exceso de liquidez en tus cuentas, lo peor que puedes hacer es dejarlo parado, excepto en el caso de tipos de interés bajos. Es mejor invertir ese dinero en depósitos a corto plazo (de un año máximo), que tenerlo parado, siempre que sepas que no vas a necesitar ese dinero y que tus ventas se cobran rápidamente.

Ojo, también tienes que tener en cuenta otras cosas, como por ejemplo el número de clientes que tengas, su solvencia, o si un porcentaje alto de tu facturación depende de un cliente o unos pocos clientes. En ese caso, debes ser prudente, porque un cliente que se retrase en los pagos puede llevarte a la ruina financiera.

Si quieres seguir mejorando las finanzas de tu empresa no te pierdas próximos artículos en nuestro blog, donde hablaremos de temas relacionados con la financiación para empresas, entre otros.