Hace un par de semanas os hablábamos de lo importante que es asegurarse una buena jubilación debido al creciente problema que existe ya en España con las pensiones. Hoy vamos a hablar del primer paso para ello, que es conseguir ahorrar dinero para poder invertirlo y aumentar nuestras ganancias.
Si eres joven y piensas que la jubilación todavía está lejos, deberías cambiar esta forma de verlo: piensa que cuanto antes empieces a asegurarte tu pensión de jubilación, más fácil será. Y si ya tienes una edad avanzada y no has empezado a ahorrar y acumular capital e inversiones para cuando te jubiles, nunca es tarde para empezar si la dicha es buena. Por eso vamos a darte unos consejos para que consigas ahorrar dinero independientemente de que tengas más o menos ingresos. Lógicamente, cuantos más ingresos tengas, más fácil será.
Abre una cuenta de ahorro independiente
Si te cuesta ahorrar dinero o eres de los que no mira mucho por él, abrirte una cuenta independiente es fundamental.
Debes abrir la cuenta y todos los meses ingresar algo de dinero. Lo mínimo que yo ingresaría sería un 15% de tus ingresos.
Un truco para cumplir siempre con esta cifra es programar una transferencia periódica de tu cuenta corriente a tu cuenta de ahorro todos los meses cuando sepas que has cobrado tu sueldo. Lo primero, el ahorro. Verás como después es más fácil apretarse el cinturón una vez ves menos dinero en la cuenta.
Contabiliza todos tus gastos
Por pequeños que sean. Puedes hacerlo de muchas formas: en papel, en un Excel, utilizando alguna aplicación móvil para ello… pero es importante que contabilices TODO. De esta forma podrás ver al cabo de un tiempo dónde se te va el dinero y si puedes recortar algunos gastos (lo más probable es que sí).
Cambia tu mentalidad
Lo mejor es ilustrar este punto con algunos ejemplos:
Si comes todos los días fuera de casa por trabajo, supongamos que gastas 10 euros en un menú en un restaurante. En lugar de esto, lleva la comida de casa en un tupper y caliéntala al microondas en tu trabajo. Si no hay microondas, puedes intentar algunos días llevar platos fríos y otros comer de menú, o proponer en el trabajo comprar un microondas.
El ejemplo anterior puede aplicarse también el café. Puedes llevarlo en un termo desde casa.
Revisa también lo que gastas en ocio fuera de casa. Si por ejemplo te gusta salir con tu pareja a comer los fines de semana, podéis ir al campo y llevar comida de casa en lugar de ir a un restaurante donde vais a gastar más de 40 euros.
Todo esto son ejemplos muy simples, pero que a lo largo de un año ni te imaginas lo que te pueden hacer ahorrar, y puedes aplicarlo a cualquier gasto que tengas.
Busca ofertas y compara precios
Cuando vayas a comprar algo, especialmente si el precio es relativamente alto, busca siempre en al menos tres lugares distintos el precio que tiene. Además, intenta siempre comprar cuando haya ofertas. Por ejemplo en aparatos electrónicos hay ofertas cada poco tiempo.
También deberías revisar los precios de tu lista de la compra, ya que muchos productos varían hasta un 50% de precio de un supermercado a otro.
Evita gastos superflúos
Cuando se te antoje comprar algo, espera 10 días para hacerlo. Si después de 10 días todavía consideras que lo necesitas, adelante.
Además, intenta comprar cosas que necesites sin excederte. Por ejemplo: ¿realmente necesitas un iPhone de 1.000 euros para usar el Whatsapp, leer el correo y hacer unas pocas fotos? Yo creo que no: con un smartphone de gama media de entre 150 y 300 euros es más que suficiente.
Revisa tu factura de la luz, gas y teléfono
Muchas veces pagamos por cosas que están a años luz de lo que necesitamos en servicios básicos. ¿Realmente necesitas una tarifa de móvil de 30 euros al mes? ¿Sabes que hay compañías de bajo coste cuyo servicio es igual o mejor que las grandes operadoras? ¿Has revisado si necesitas toda la potencia que tienes contratada con tu compañía eléctrica?
Existen más trucos para ahorrar dinero todos los meses, y te recomendamos que ahondes en este tema y que seas consciente de lo importante que es ahorrar para asegurarnos una buena jubilación, especialmente si somos autónomos, cuyas pensiones son inferiores históricamente.