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A la hora de comprar un coche que necesites para tu actividad como autónomo, o para tu empresa, es normal que te preguntes si te compensa más adquirirlo en propiedad o quizás hacerlo a través de renting o leasing. ¿Qué es más rentable?

Antes de estudiar el tema económico, sería un error no estudiar los beneficios y desventajas que puede tener el renting frente a adquirir un vehículo en propiedad, que no son algo que se pueda pasar por alto.

Ventajas del renting frente a adquirir el coche en propiedad

Y es que lo bueno del renting es que, una vez terminado el contrato de alquiler de un vehículo, puedes tener otro totalmente nuevo por el mismo precio. En el caso de adquirir el vehículo en propiedad, a partir del cuarto año de vida del vehículo estarás disfrutando de un coche menos moderno que si lo adquirieras por renting, ya que cada cuatro años puedes renovar el vehículo en el caso de optar por un renting.

Ten en cuenta además que en el caso de adquirirlo en propiedad tu preocupación si le pasa algo al coche (robo, avería, mantenimientos, etc) es mayor, ya que el coche es tuyo a todos los efectos. En el caso del renting te da igual tanto el mantenimiento como las averías, ya que son costes que están incluídos en la cuota del renting, y además te libras de mucho papeleo en la compra, la venta, ITV…

En este sentido, la única desventaja que le veo al renting es que si eres de los que les gustan los coches, y tener el suyo propio, quizás no te sientas cómodo con ello. Personalmente no le tengo un apego especial a mi coche, así que esto no sería un problema para mi, y teniendo en cuenta que hablamos de un coche principalmente para tu negocio, no debería preocuparte. Otro tema a estudiar sería si el coche es para un uso mixto entre tu actividad económica y tu vida personal, que da para otro artículo.

¿Qué sale mejor económicamente, el renting o la compra del vehículo?

En resumen, sin lugar a dudas, el renting.

Para empezar, a la hora de adquirir un vehículo empresarial, salvo en contadas excepciones como transportistas, taxistas y oficios donde el vehículo sea el eje del negocio, solo podrás desgravarte en la declaración de IVA el 50% de los gastos del mismo.

En el caso de un renting, sin embargo, puedes desgravarte el 100% de la cuota, por lo que suponiendo que el coste sea el mismo, lo más rentable es el renting.

Por otro lado, está el tema de cómo afecta la compra de un vehículo a la salud económica de tu empresa, y es que al comprar el vehículo, si se paga al contado, estarás descapitalizando la empresa, y si lo haces financiando, estarás añadiendo una deuda importante, con sus correspondientes intereses, durante años.

En cambio, si optas por el renting, únicamente pagas el alquiler del vehículo, y además solo pagas por lo que lo vayas a usar, en tramos de 10.000 km anuales normalmente. Es decir, pagas más cuantos más kilómetros hagas.

Fíjate que todavía no hemos entrado en el coste real de la compra frente al renting, pero con todos estos argumentos, a igualdad de costes, sale mejor el renting. Pero es que, además, teniendo en cuenta todos los costes, también.

A lo largo de la vida media de un coche adquirido, se gasta al año 5.000 euros en el mismo, donde se incluyen el precio de compra, impuestos (matriculación, IVA, transmisiones…), revisiones, averías, ITV, seguro. Puedes hacer las cuentas tú mismo, pero según la OCU el gasto medio anual por un vehículo adquirido en propiedad es este: 5.000 euros.

En cambio, en un renting, el gasto medio anual es de 3.000 euros, de los cuales además te puedes desgravar el 100% del IVA e IRPF siempre que demuestres que el vehículo es 100% para tu actividad empresarial. En este caso, simplemente serigrafiando el vehículo, ya suele ser suficiente.

Conclusión

Por lo tanto, utilizando la opción del renting, excepto en casos extremos como pueda ser que utilices muy poco el vehículo o que te guste tener un coche excesivamente caro y que dure muchos años, siempre ahorrarás dinero. No solo en el coste bruto anual, que suele ser 2.000 euros más barato, sino también a la hora de desgravarte impuestos. Además, no tienes que hacer ningún tipo de entrada y cada cuatro años puedes cambiar de coche y disfrutar de uno nuevo.