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Cada vez que accedes a una página web te aparecerá un mensaje en el que te pide que aceptes las «cookies». Pero, ¿sabes en qué consisten? ¿Es recomendable aceptarlas?

Entrar en una web de cualquier tipo y tener un aviso, muchas veces molesto, que dice que debemos aceptar unas «cookies», se ha vuelto algo habitual. Pero… ¿sabes lo que estás aceptando?. Vamos a contarte todo lo que necesitas saber sobre estas «cookies». Toma nota.

¿Qué son las «cookies»?

Las «cookies» no son más que «pares clave», es decir, un valor que se almacena tanto en tu disco duro como en los servidores de las páginas web que visitas.

Por ejemplo, algo muy común, y que es para lo que pensaron inicialmente las «cookies», es para guardar tu información de inicio de sesión en un sitio web con acceso restringido. De esta forma, se almacena una «cookie» en tu ordenador que te identifica con respecto a otros usuarios en una página web. Esta «cookie» no tiene por qué guardar tu nombre de usuario y contraseña, y de hecho no debería, sino que una vez que se validan tus datos, la web te asignará una «cookie» con una cadena de texto aleatoria única, que te identifica, asociando esa cadena en su servidor a tu usuario.

Pero las «cookies» no solamente guardan información de inicio de sesión, sino que su uso se ha ido ampliando y hoy en día se utilizan incluso para saber tus gustos y preferencias, datos geográficos… y cualquier otra cosa que sea de interés para empresas que utilicen tu información para mostrarte anuncios. A través de las «cookies», empresas como Google y Facebook, entre muchas otras, pueden monitorizar cosas como el tiempo que has estado en una web, los artículos que has visto, etc.

¿De qué depende lo que guardan las «cookies»?

Lo que guarde este fichero creado por las «cookies» depende de lo que se programe en el sitio web en el que se sitúen. Cabe decir que, desde 2009, es obligatorio por Ley que todas las webs informen de la existencia de «cookies», qué información almacenan y para qué se utilizan.

Así mismo, debes saber que las «cookies» que se guarden en el sitio web no quedan guardadas en otro sitio web. En esto último hay que hacer una matización, ya que existe lo que se conoce como «cookies» de terceros.

Como dijimos, las «cookies» de una web no quedan guardadas en otra web, pero sí hay webs que utilizan servicios de terceros, como puede ser Google Analytics, para estudiar el comportamiento de sus usuarios. Al hacer esto, es Google quien incrusta una o varias «cookies» en un sitio web y las asocia a ti, y es capaz de relacionarlas con las que incrusta en otros sitios web que visites. Es por ello que puede que un día visites una web de un periódico y te aparezcan anuncios de los productos cosméticos que estabas visitando anteriormente en una web de belleza.

¿Qué tipos de «cookies» hay?

En Ilastec Software informamos de todos los tipos de «cookies» que hay y lo que suponen en cada caso. Así mismo, todos nuestros clientes cuentan con este apartado de información en sus tiendas online. Puedes pulsar aquí mismo para saber los distintos tipos de «cookies» que puedes encontrarte en Internet.

Entonces, ¿son malas las «cookies»?

Siempre que se utilicen para lo que están pensadas, no. Es decir, empresas como Google o Facebook, por ejemplo, (por mencionar dos de las que más «cookies» de terceros incrustan en páginas web), hacen un buen uso de las «cookies», no guardan información sensible en ellas y está correctamente codificada. De estas es de las que menos debes preocuparte.

En cambio, deberías preocuparte si un sitio web almacena en una «cookie» tus datos de inicio de sesión (usuario y contraseña) en bruto, por ejemplo, porque cualquiera que esté espiando la red desde la que trabajas podría verlos. Es difícil hoy en día encontrar páginas web que hagan este uso inapropiado de las «cookies», pero nunca se sabe.

En general, si navegas por páginas web seguras, reconocidas y que trabajen sobre HTTPS, deberías estar tranquilo. Nunca se puede decir esto al 100% cuando se habla de seguridad informática, pero no deberías tener problemas.

No obstante, Google ya dijo que quería acabar con las «cookies» de terceros, y trabaja en un proyecto alternativo para Chrome. Puede parecer tiro en su propia rodilla, pero seguro que acaban saliendo beneficiados con este movimiento, ya que afirman que pueden obtener datos de navegación de otras formas.