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La Sociedad Limitada o S.L. es el tipo de empresa más conocido y sin duda de los más utilizados en España pero, ¿realmente sabes los impuestos a los que tiene que hacer frente una S.L.? Muchas personas no lo saben y optan por este tipo de sociedad cuando realmente es una de las más complejas en cuanto a contabilidad e impuestos.

El IVA (Impuesto sobre el Valor Añadido)

El IVA es un impuesto del que prácticamente ningún tipo de sociedad ni ninguna empresa se libra, salvo sectores muy concretos en determinadas situaciones, por lo que con un 99,9% de probabilidad, tendrás que abonar el impuesto del IVA, y aunque no tengas que hacerlo tendrás que presentar la declaración de este impuesto.

Técnicamente el IVA no es un impuesto que recaiga sobre la sociedad, sino que según Hacienda este recae sobre el consumidor, y las sociedades son meras recaudadoras de IVA. Pero al final, si sube el tipo impositivo del IVA y la empresa quiere mantener los precios, algo muy común, es la empresa la que verá cómo esa subida del IVA se traducirá en menor beneficio.

Los documentos que hay que presentar a Hacienda para declarar el IVA son el modelo 303 (Autoliquidación de IVA), el cual se presenta trimestralmente en el caso de PYMES y mensualmente en el caso de grandes empresas, y el 390 (Resumen anual de IVA), que como su propio nombre indica se debe presentar al finalizar un ejercicio.

Impuesto de sociedades

Este impuesto se calcula a partir del beneficio de la empresa, una vez liquidado el IVA y otros impuestos.

El tipo general que se aplica a la mayoría de empresas es del 25%, habiendo reducciones en caso de empresas de nueva creación (15%), para cooperativas (20%), asociaciones y fundaciones (10%), y sociedades de inversión (1%).

Los modelos a presentar en este caso son el 202 (Pagos fraccionados IS), el cual se presenta en los meses de abril, octubre y diciembre, y el modelo 200 (Declaración Impuesto de Sociedades), en el cual se resume el beneficio anual en el ejercicio y en el que se descontarán los pagos ya realizados en las declaraciones periódicas.

IRPF

Las sociedades limitadas o S.L., a pesar de que no son personas físicas, tienen que presentar este impuesto, ya que dentro de ellas hay empleados, los cuales sí tributan sobre este impuesto en sus nóminas, además de profesionales autónomos a los que se subcontraten trabajos o arrendadores.

Las empresas pequeñas deben presentar estos impuestos trimestralmente, y las grandes mensualmente, relativos al IRPF:

  • 111 (Retenciones de Rendimientos del Trabajo): retenciones a trabajadores en su nómina o a profesionales en las facturas.
  • 115 (Retenciones Alquiler Inmuebles): para el caso de alquileres en los que se aplica una retención al arrendador.
  • 123 (Retenciones Rendimientos Capital Mobiliario): para los casos en los que la empresa reparta por ejemplo dividendos.

Además, estos tres modelos tienen su equivalente en resumen anual, el cual también hay que presentar. Estos modelos de resumen anual son los 190, 180 y 193, que corresponden con los 111, 115 y 123 respectivamente.

IAE

El Impuesto sobre Actividades Económicas (IAE) es un impuesto que forma parte del sistema tributario español gestionado por los ayuntamientos.

Están excluidas de presentar este impuesto aquellas sociedades que no lleguen al millón de euros de facturación.

Los tipos impositivos varían mucho en función de las características del negocio, la localización, superficie que ocupa y otros factores.

Otros impuestos

Además de los mencionados, hay otros impuestos que quizá una empresa deba abonar, como son por ejemplo el IBI en caso de que disponga de bienes inmuebles, el impuesto de basuras, diferentes tasas por registros o trámites, etc.