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Aproximadamente el 80% de nuevas empresas o startups terminan fracasando antes de llegar a los tres años de vida, y en España el número se acentúa a 9 de cada 10 empresas. ¿Por qué sucede esto? ¿Qué puedes hacer para que tu empresa sobreviva a este período crítico?

A continuación vamos a abordar cuáles son los principales errores de las empresas, principalmente las de nueva creación y de sus fundadores, analizando cada una de ellas y tratando de proponer una solución a las mismas.

Producto de calidad insuficiente

O que no ha sido validado al 100%. Muchas empresas creen tener ideas realmente rompedoras o que resuelven cosas que parecen vitales, pero la cruda realidad es que o bien las ideas no son tan rompedoras, o no se ha desarrollado correctamente el producto o servicio, o no resuelven cosas de verdadera importancia para los clientes finales.

Antes de crear tu empresa, valida tu producto preguntando a cientos de personas, sobre todo personas ajenas a tu círculo de amistades habitual o familiares. Una vez hayas superado esta fase y tengas tu empresa y producto terminados, valídalo con clientes reales y comprueba que realmente satisface sus necesidades y están dispuestos a pagar lo que cuesta el producto o servicio.

No intentes crecer antes de superar este punto, ya que crecer requiere invertir, perder flujo de caja, y eso es precisamente lo que hace que una empresa deje de ser rentable y quiebre: crecer cuando no es necesario ni apropiado.

Antes de crecer trata de validar bien tu producto, hacerte con una buena cuota de mercado en una zona o perfil de cliente final concreto, y después y solo después de conseguir esto y ser rentable o capaz de captar buenas cifras de dinero a través de inversión externa, empieza a expandirte.

No centrarse en un solo producto o servicio

Muchas pequeñas empresas, debido a la falta de liquidez, se centran en desarrollar varios productos que no son complementarios o que nada tienen que ver uno con otro, con el objetivo de captar ingresos de donde sea para sobrevivir.

O simplemente tratan de dirigirse a diferentes segmentos de clientes finales o zonas geográficas, en lugar de intentar hacerse con una buena cuota de mercado en una.

Esta es sin duda una de las peores estrategias empresariales, ya que es síntoma de que necesitas inversión o financiación, y estás dando tiempo a tu competencia para adelantarte. Además, implica un aumento en los costes al tener que diversificar el negocio, cuando realmente nadie te garantiza que por intentar abarcar más vayas a ingresar más. De sobra conocido es el refrán de que quien mucho abarca poco aprieta.

En próximos artículos continuaremos exponiendo los principales motivos por los que fracasan las empresas de nueva creación o startups, por lo que si no te lo quieres perder estate atento a nuestro blog y síguenos en las redes sociales.